¡Dígale adiós a las células muertas y luzca una piel nueva!

Si nos guiamos por la definición literal de exfoliación, encontramos que no es el término más glamoroso en cuanto al cuidado de la piel se refiere. La exfoliación es el proceso en el que la piel se desprende de la capa exterior de células de piel muerta, mientras crea nuevas células en la capa de abajo. Aunque parezca increíble, el cuerpo humano pierde diariamente millones de partículas de células de la piel, y ocurre sin que nos de cuenta

¿Cómo sabemos que esto está pasando? La prueba está en la apariencia y la textura de la piel. La piel opaca, áspera y escamosa es piel que aún no ha mudado completamente las células viejas. Cuando la piel es exfoliada, luce más clara y más suave.

En promedio, durante la adolescencia, regeneramos por completo la capa exterior de la piel entre cada 14 a 20 días. Al cumplir los 40 años, ese mismo proceso puede tardar hasta 45 días, lo cual resulta en piel reseca, deshidratada y con manchas rojizas. Para vernos bien, necesitamos un poco de ayuda. Es en ese momento que una limpieza de exfoliación se convierte en parte importante de nuestro régimen para el cuidado de la piel.

El secreto para mantener la piel saludable y con una apariencia más joven es darle un empujón al proceso de renovación celular. Esto es lo que hacen las limpiezas de exfoliación. Contienen partículas pequeñas que ayudan a quitar la capa exterior de células muertas por medio de la fricción. La exfoliación descubre la piel nueva y saludable que se encuentra debajo de las células muertas. Aparte de ayudarlo a lucir bien, una adecuada exfoliación también puede: