Los cálculos en el riñón o litiasis
urinaria es uno de los principales motivos de consulta al urólogo.
No obstante, entre las causas los expertos apuntan hacia el cambio en
los hábitos dietéticos, como son el abandono de la dieta
mediterránea por costumbres más anglosajonas como la ingesta de "comida rápida". “Las dietas ricas en proteínas, carbohidratos y
sal predisponen o incrementan el riesgo de padecer una litiasis
urinaria. En muchos casos, este tipo de alimentación es la
responsable de que en los últimos años haya aumentado el llamado
síndrome metabólico (sobrepeso, hipertensión arterial, dislipemia
e hiperglucemia) que recientemente se ha puesto en relación con esta
patología urológica”, explica el doctor Carlos Reina, coordinador
del Grupo de Litiasis de la Asociación Española de Urología (AEU).
Teniendo en cuenta el tipo de alimentación que se lleva actualmente y ante la llegada de las fiestas navideñas es habitual que hagamos ciertos excesos en nuestra dieta. La ingesta de azúcares y proteínas animales (mariscos y carnes) es mayor de lo habitual y el doctor Reina señala que “si bien no está demostrado epidiológicamente suele producirse un ligero repunte de casos de litiasis tras las Navidades. Un exceso alimentario de estos nutrientes en personas predispuestas genéticamente o que ya han padecido un episodio de litiasis puede favorecer la aparición de nuevos cálculos”. De hecho, de todos los pacientes litiásicos el 30-40% al menos tendrán litiasis recidivantes.
Nutrición y litiasis
A la hora de prevenir la litiasis, los
especialistas recomiendan seguir medidas higiénico-dietéticas como
son la ingesta abundante de líquidos (entre 2/3 litros al día) y
seguir una dieta basada en alimentos variados y con una dosis
adecuada de calcio. Asimismo, se recomienda no abusar de los hidratos
de carbono refinados, las proteínas y la sal, así como consumir
complementos de cítricos, alimentos ricos en fibras (legumbres,
cereales integrales y semillas vegetales), la ingesta regular de
frutas y evitar la vida sedentaria.
Por ejemplo, los
cítricos (sobre todo la naranja y el limón en zumos naturales)
tienen un importante papel protector frente a la aparición de
piedras. “Los mismos tienen una sustancia que se llama citrato que
inhibe o impide la cristalización de las sales de calcio en la
orina. Así que, cuanto más alto sea el nivel de citrato en al orina
mayor prevención contra las piedras más frecuentes, las sales de
calcio y las de ácido úrico”, subraya este experto.
Pero la relación
entre dieta y litiasis es mucho más directa en el caso de los
pacientes con síndrome metabólico. “A falta de datos
concluyentes, se sabe que las personas obesas, que además presentan
otras complicaciones como diabetes, hipertensión o
hipercolesterolemia, son más propensas a la formación de piedras en
el riñón producidas por el ácido úrico y en menor grado de otros
tipos como de oxalato cálcico”, aclara el doctor.
Otros factores de riesgo y síntomas
Otros factores de riesgo y síntomas
La mayor parte de los casos de litiasis se diagnostican cuando el paciente acude al servicio de urgencia con un cuadro de cólico nefrítico, que se manifiesta mediante un dolor brusco, intenso y unilateral en un costado y que puede extenderse a la región inguinal, genital e, incluso, al muslo. Esta molestia suele ir acompaña de otras síntomas tales como la presencia de sangre en la orina, náuseas y molestias al orinar. “No obstante, la gravedad del proceso la determina el estudio radiológico el cual nos informa de la localización, el tamaño y el número piedras. Por tanto, la sintomatología del paciente es orientativa pero no es diagnóstica”, advierte el doctor Reina.
En lo que respecta a
los factores de riesgo, el coordinador del Grupo de Litiasis de la
AEU señala que pueden resumirse en tres, “la genética, la cual no
manejamos aún en su integridad, el entorno medioambiental, que
favorece el sedentarismo y los malos hábitos dietéticos, y el
sufrir ciertas enfermedades que predisponen a producir piedras en el
riñón como el hipertiroidismo, hiperparatiroidismo primario o la
acidosis tubular renal entre otras”.
En cualquier caso,
aunque la formación de piedras tiene un origen multifactorial, la
dieta y el estilo de vida son dos factores determinantes a tener en
cuenta. Una circunstancia mucho más marcada en los países con
mayor nivel socioeconómico, como es el caso de España, donde cada
vez más se consume alimentos ricos en grasas saturadas y en los que,
además, el ritmo de vida no favorece la práctica regular de
ejercicio físico. De hecho, de seguir esta tendencia, se estima que
en los próximos veinte años el número de casos de piedras en el
riñón se duplicarán; patología que, en la actualidad, afecta a
más de dos millones de españoles.
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