Una alimentación balanceada, variada y saludable se logra mediante la combinación adecuada de proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales. El consume excesivo de alguno de ellos, especialmente de azucares, sal y grasas, origina sobrepeso, obesidad e hipertensión.
La hipertensión o aumento de la presión sanguinea es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea sangre a través del cuerpo. Esta condición recarga el trabajo del corazón y de los riñones y aumenta la probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular, un ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca, enfermedad renal y la muerte temprana. Hoy se sabe que esta enfermedad se inicia en la niñez, por lo que su prevención debe comenzar desde muy temprano en la vida cuidando la alimentación.
Durante los primeros seis meses de vida, el niño recibe los nutrientes que necesita de la leche materna únicamente. Luego sigue nutriéndose de la leche materna más la alimentacion complementaria.
Después del año se puede introducir la sal enriquecida con yodo, en la cantidad recomendada según la edad.
3 g. diarios (niños menores de 7 años)
4 g. diarios (niño entre 7 y 10 años)
5 g. diarios (niños de 10años en adelante)
Ten en cuenta que los alimentos en su forma natural ya contienen sal, mucho más si son procesados con conservantes, aditivos, condimentos, aliños y polvo para hornear. Es por ello que cuanto menos uses el salero para darle a tu comida, mejor.
Antes de comprar cualquier alimento, revisa cuidadosamente la etiqueta para conocer su contenido de sal, recuerda que viene expresada como sodio "NA" (símbolo de sodio), bicarbonato o glutamato. Elige el producto o condimento que tenga menor cantidad en miligramos o porcentaje por ración.
Para mantener a tu hijo alejado de la posibilidad de sufrir de la enfermedad cerebrocvascular, es preciso que conozcas la carga de sal que contiene cada alimento. Desde su más temprana edad aliméntalo sanamente guiándote por el semaforo que te presentamos a continuación. Los alimentos rojos tienen un alto contenido de sal; los amarillos, medio; y los verdes, bajo contenido de sal.
Te sugerimos seguir estas recomendaciones:
- Varia tu menú con verduras, pollo y pescado frescos.
- Sazona con hierbas o especias (orégano, jengibre, romero y cilantro).
- Usa aliños naturales como cebolla ajo y ají dulce.
- Elimina de la mesa el salero y las salsas industrializadas.
- Prepara la masa de las arepas sin sal.
- Limita el consumo de alimentos con sal visible. Ejemplo:señoritas, galletas, palitos de queso, papitas y semillas saladas.
- Evita alimentos enlatados, deshidratados, cubitos, salsas, embutidos, quesos curados, chucherias, hojaldre y cachitos.
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